Alexis Argüello: El regreso, las adicciones
y la política
El regreso de Alexis Argüello a Nicaragua a comienzo de los '90, tras una década exiliado en EEUU, puede perfectamente marcar el inicio del extenso acto final de su existencia. Un acto que unió todas las etapas de su pasado en una sola. El reencuentro con el escenario donde vivió la adolescencia que retratamos en el primer episodio; el intento por recuperar la gloria en el cuadrilátero o ese abrazo impredecible con la política somocista que les contamos en el segundo episodio y la nueva etapa de su sociedad con las drogas asociada al fin de su carrera que narramos en el tercer episodio de esta serie.
El tramo de su vida que cruzó de un milenio al otro, tuvo un poco de todo lo anterior y las decisiones personales erráticas que debió tomar Alexis, puede la historia perfectamente descifrarlas como pedidos de auxilio. Suplicas ahogadas, desde la fragilidad que ocultaba la carcasa de un ser humano sofocado entre sus propios miedos y la incapacidad de generar piedad sincera. Tal vez por ello, el ídolo que no identificaba la ruta para encontrarse consigo mismo, se obligó a recorrer rutas ajenas.
Alexis Argüello batallaba con sus adicciones durante exaltación
En el año 2000, durante su visita al Salón de la Fama del Boxeo Mundial, Alexis Arguello le narró sus problemas de consumo de drogas a ESPN. En el resumen inicial de la columna firmada por el escritor deportivo Tim Graham, los subtítulos a partir de las propias frases de Arguello, permiten imaginar lo que vendría continuación:
"Me sentí vacío porque mi deporte me había llenado mucho... Simplemente, estoy tratando de ser un hombre... Necesito ser un hombre sobrio...Necesito enderezar mi vida", dijo el ídolo nicaragüense.