Historia de Papel
La primera experiencia en prensa nacional
A finales de los 80 y comienzos de los 90, apareció en mi camino la oportunidad de incorporarme a la prensa escrita nacional. La primera experiencia fue con los diarios La Mañana (matutino) y El Diario (nocturno), dos diarios hermanos pero que no parecían serlo. El primero sobrio, comprometido con la información rural y politica. El segundo amarillista y aferraado al sensacionalismo de la crónica roja.
Trabajar para ellos significaba convivir con lo peor y lo mejor de los dos mundos informativos. Tambien con ellos aprendí los rigores del reportero de sucesos, en medios que competían, que dependían de primicias, exigían ángulos diferentes y fundamentalmente mucho respeto por los horarios de cierre de cada edición.
De ese período quedaron algunos recuerdos imborrables y una experiencia única en la vida de estos paises por las repercusiones en 1992 de la caída (impeachment) del ex presidente de Brasil, Fernando Collor de Mello. Parte del dinero que los llamados "doleros" extrajeron para ser lavado en Uruguay, mediante una compañía uruguaya llamada Alfa Trading, pasó a traves de operaciones cambiarias por la zona de frontera que me correspondía atender. Un informante decidió revelar parte de la trama y me eligió para hacer pública la confidencia. Las notas de El Diario, reflejando ese testimonio, fueron parte de la nutrida documentación periodistíca que la prensa brasileña divulgó sobre el escándalo presidencial.
Los carreros fueron una postal inamovible del siglo anterior y su presencia en esa zona, más que una rareza turística, era realmente una necesidad.
La Mañana le daba prioridad al acontecer político. Tan así era que hasta teníamos cuotas a llenar cada mes con ese tipo de información
Por años trabajé muy cerca del ex vicepresidente uruguayo y actual canciller, Rodolfo Nin Novoa, cuando todavía no había saltado la línea de la derecha a la izquierda. El era habitualmente fuente de información como toda figura pública de dimensión nacional.
La Laguna Merín ha sido para sus ribereños uruguayos un eterno dolor de cabeza. El lado uruguayo es más pequeño que el brasileño, pero lo supera en riqueza pesquera. En esa época pescadores poco escrupulosos invadían el lado uruguayo a pescar clandestinamente y de paso mataban y robaban ganado de sus costas. Me llevaron una noche a constatarlo personalmente y mi denuncia hizo mucho ruido, pero no resolvió nada. Todo siguió igual.
En Uruguay, todas las ciudades y pueblos junto a los ríos pasan por el mismo drama en cada época de lluvias. Esa es una de esas noticias que uno repetía con diferente narrativa cuando no había más nada y debía cumplir con la cuota diaria.
Las fronteras tienen aduanas y a su alrededor se mueve un universo humano variopinto que vive de su actividad diaria. El caudal de informacièn que ello generaba era infinito. Seguramente lo sigue generando.
EL CORRESPONSAL FANTASMA
Tan bien me fue con esas coberturas que el principal diario de circulación nacional, EL PAIS, me invitó a que también "colaborara" con ellos. La primera vez que mi nombre apareció firmando una nota junto al corresponsal mas cercano (Hilton Mestre) fue un escándalo. Esa vez recibí mi primera "reprimenda nacional". Aprendí entonces lo que significaba la competencia entre medios de ese tamaño y por un tiempo fui una especie de "corresponsal fantasma". Debía ingeniarme para escribir las mismas notas con dos estilos diferentes. Lo logré y hasta 1993, cuando emigré hacia otra zona del pais, trabajé para tres diarios nacionales al mismo tiempo.
No es el título de una película.Lo dicho, la aduana era fuente de información habitual y tan necesario era cubrirla que EL PAIS resolvió esa necesidad con una corresponsalía fantasma que dudo haya existido otra de similares características.
Las municipalidades fueron y son una fuente inagotable de información. Parece sencillo, pero en mi caso por un buen tiempo fue un dolor de cabeza. Ocurre que además de ser el propietario de un diario local, de escribir para dos diarios nacionales y de tener a cargo los noticieros de la radio local, también era el Jefe de Relaciones Públicas de la Alcaldía local. Hubo momentos en que fue necesario "darme el tiro en el pie" y hasta aprendí la forma de hacerlo "sin morir en el intento".
Al igual que con la política, la información rural también era prioridad en La Mañana. Por cierto, hubo que aprenderla desde cero y se pudo. Es lo interesante de esta profesión, la pasión por ella te anima a alcanzar metas que en lo previo parecen imposibles.